domingo, 6 de marzo de 2016
Capitulo 48
Me desperté por un pequeño golpe en mi estómago. Trate de levantarme, pero unos brazos me tenían agarrada. Mire por encima de mi hombro, Peter estaba durmiendo. Sonreí.
Mire la habitación, fruncí el ceño. ¿Por qué estábamos en la habitación de Ethan?
–Peter –susurre, él se removió. Pero no despertó.
Saque sus brazos de mi alrededor, y me senté.
Mi estómago dolía y pase mi mano por el, me quede paralizada.
¿Qué demonios?
Mi vista baja hacia mi estómago, y las lágrimas caen por mis mejillas. Peter se removió en la cama.
– ¿Lali? –pregunta bostezando.
– ¿Estas bien? –pregunta ahora preocupado, lo miro. Las lágrimas caían sin control por mis mejillas.
–Nena ¿Qué sucede...? –Mira mi estómago, y todo color sale de su rostro– ¿Qué demonios?
Se me acerca y pone su mano en mi estómago, luego lo besa.
–Esto es imposible...yo, tú –las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas.
Solo había una forma de saberlo, me paré de la cama y busque mi teléfono.
–Peter... ¿Qué día es hoy? –le pregunte, él frunció el ceño.
–Domingo, creo que 25 –dijo, mire la pantalla de mi teléfono "Lunes 19 de Mayo"
Le mostré el teléfono, y él me quedo mirando en shock.
–Eso fue tan real –le dije, Peter asintió.
–Entonces... ¿Fue un jodido sueño?
–Es imposible, y lo sabes –le dije, era imposible que fuera un sueño. Estaba bien que yo lo hubiese tenido–Espera... ¿Tú también, el sueño?
–Sí, mierda. Habías perdido...la memoria y a nuestro hijo –dijo con la voz entrecortada.
–Eso es imposible –le susurro.
Mi teléfono comienza a sonar, Peter me lo pasa.
– ¿Hola?
-Lali levanta el culo, llegaremos tarde a clases.
– ¿Qué?
–Peter te dejo mal anoche parece, luego de que no llegaras, y Nico tuvo que quedarse aquí.
– ¿Nico?
–Lali... ¿estás bien?
–Eh...sí, claro.
–Entonces apúrate –me dijo riendo, luego corto sin esperar mi respuesta.
– ¿Qué pasó? –me pregunta Peter, yo niego con la cabeza. Necesito pensar que mierda sucedió.
–Nada.
–Nena –me dice Peter, luego me envuelve en un abrazo. Y comienzo a llorar.
****
– ¿Sabías que a Pablo lo sacaron del instituto? –me pregunta la china, yo la miro sorprendida.
– ¿Qué?
–Sí, me dijo que lo sentía, que no iba a poder hablar contigo.
– ¿Hablar conmigo?
–Sí...ayer, te dijo que hablaran y tú le dijiste que luego –la china me mira raro.
– ¿Qué yo dije qué?
–En la cafetería... ¿Lali segura que estas bien?
–Sí, sí...yo solo-
– ¿Qué hacen? –me interrumpe Cande, sentándose al frente mío. Estábamos en la cafetería.
– ¿Lali te dieron duro? –pregunta Stefano sentándose al frente de Euge.
– ¿Qué?
–En la noche, Peter llevándote a su habitación –me dice Stefano, yo me sonrojo.
–Ya cállense –les dije, mientras veía a Peter entrar con Nico y Agus.
–Solo dinos que tal estuvo, luego queremos los detalles sucios –dijo Cande.
–Yo... –imágenes de la noche anterior hacen que me sonroje como un tomate.
– ¿Qué hacen? –dijo Nico sentándose al lado de la china.
–Lali nos iba a contar... -comienza a decir Cande.
–Sobre la película –le digo interrumpiéndola, miro a Cande con una mueca.
– ¿Qué película? –pregunta Peter, me toma de la mano parándome, y luego sentándome en su regazo. Cande me mira con cara de pervertida, subiendo y bajando las cejas.
Apoyo mi cabeza en el pecho de Peter, mientras el me acaricia el estómago.
–Mi bebé –me susurra, y siento como el bebé patea. Peter se paraliza. Yo también.
– ¿Acaba...de patear? –dice Peter con asombro, las chicas chillan, Cande se para y se arrodilla a mi lado poniendo su mano en mi estómago. Euge también pone su mano. Él bebé vuelve a patear.
–Oh dios mío, bebé...soy tía Cande –le habla Cande emocionada.
–Mi bebé –vuelve a susurrar Peter emocionado, el bebé vuelve a patear.
–Es tu voz –le digo emocionada–Sigue hablando.
Peter vuelve a decirle algo y el bebé vuelve a patear.
Esto es realmente hermoso, y es todo mío.
Aun no entiendo que fue todo ese "Sueño" pero pienso que fue alguna señal, o algo así.
Las cosas pasan por algo, y sé que esto, es una segunda oportunidad.
Y la aprovecharía, oh claro que lo haría.
Un mes había pasado, desde ese sueño tan extraño. Hoy era un día malditamente especial, era una ecografía para saber el sexo del bebé. Estoy jodidamente emocionada. Y Peter está nervioso, es tan lindo verlo así, parece un niño pequeño. Y claro yo Lali Esposito jamás dejaría pasar una ocasión así para burlarme de él.
– ¿Peter estas nervioso? –le pregunto con malicia.
–No, para nada –responde, demasiado rápido.
–Ah, quiero comer cerezas –le digo, Peter me mira frunciendo el ceño.
– ¿Cerezas? ¿De todas las frutas, tú quieres cerezas? –me dice irónico.
–Sí, yo quiero cerezas –le digo con un puchero, eso nunca fallaba.
–Entonces... –me mira, y yo sigo haciendo el puchero–Buscaré tus cerezas.
Se levanta de mi cama, me besa la frente y sale de la habitación. Euge me mira y se larga a reír.
– ¿Sabes que no encontrara las cerezas, verdad? –me pregunta.
–Claro, quiero hacerle una broma –le digo, una sonrisa maliciosa se posa en los labios de Euge. Sus ojos brillan de excitación.
–Cuenta conmigo –me dice.
Lo de la broma es una venganza, el muy idiota estaba disfrutando de mis cambios de humor, y mis hormonas. ¿Le hacía gracia? Pues tendría para reírse un montón.
–Peter –le dice Euge al teléfono–Lali ya no quiere las cerezas, ¿Podrías traerle un chocolate? Claro, adiós.
Euge cuelga y me mira sonriendo, luego de veinte minutos Peter llega con tres barras de chocolate, estaba sonrojado.
– ¿Qué pasa? –le pregunto con fingida inocencia.
–Hace un calor de mil demonios –me dice suspirando, me entrega las barras, y se tira a la cama.
–Peter este chocolate no me gusta.
–Pero...pero es tú favorito –me dice confundido.
– ¡¿Mi favorito?! ¿Qué no sabes que yo odio este chocolate? No me gusta, ¡lo odio!
–Pero...
– ¡No me gusta! Es asqueroso.
En realidad, sí era mi favorito.
–Pero... Yo pensé–me dice sorprendido, ¿Ya no le hacía tanta gracia mis cambios, no?
– ¡No! Tú no sabes nada de mí –le grito, ahora me tapo la cara con mis mano. Euge se sienta a mi lado y me abraza.
–Eres un idiota –le dice, mientras acaricia suavemente mi espalda.
–Era su favorito... –dice desconcertado.
– ¡No, no lo es! –le vuelvo a gritar.
–Lali...nena –me dice acercándose a mí y corriendo a Euge de mi lado.
– ¡No me toques! –le vuelvo a gritar, esto es jodidamente divertido.
– ¿Nos podrías dejar solos? –le pregunta Peter a la china.
–Claro.
– ¿Nena que sucede? –me pregunta, luego de que la china salió de la habitación.
–Nada, tú no lo entiendes –le digo. El me abraza y yo apoyo mi cabeza en su pecho.
– ¿Dónde está el chocolate? –le pregunto luego de un rato, olvidando la broma.
–Aquí –me lo pasa riendo. Yo lo abro y comienzo a comerlo.
–Idiota –le digo, el ríe más fuerte.
–Te quiero –me susurra al oído. Y juro que me sentí completa.
****
–Se recuesta ahí por favor –me dice la enfermera, ya estábamos en el hospital para la ecografía.
Camino hasta la camilla que estaba en el centro de la habitación, al lado derecho estaba una máquina, y una silla. Me recosté y Peter se puso a mi lado tomando mi mano.
–El doctor llegara en un minuto –me informo la enfermera, asentí. Comencé a observar la habitación, era de un color blanco, había una puerta que seguramente era un baño. Un escritorio, y unos cuadros de paisajes. Nada fuera de lo normal, creo.
– ¿Estas nerviosa? –me pregunta Peter, asentí nuevamente, obvio que lo estaba. ¿Quién no lo estaría? Estaba aquí para saber sí era niña o niño. Mis nervios me estaban matando, trate inútilmente de tranquilizarme.
El doctor entro en la habitación con una sonrisa, su sonrisa se hizo más grande al ver a Peter a mi lado, se presentó y se sentó en la silla a mi lado.
–Súbase un poco la camisa –me dijo, su voz era suave. Yo me subí la camisa dejando al descubierto mi estómago.
Tomo una cosa extraña y le puso un gel, luego paso el objeto extraño por mi estómago, pegue un brinco por lo frio que estaba. La máquina nos mostró en blanco y negro la imagen de un bebé. Peter se paralizo a mi lado, mire la pantalla, tenía sus bracitos y piernas, sus manitas...su cabecita, oh dios mío.
Las lágrimas caen por mis mejillas, ese...era mi bebé.
– ¿Quieren saber el sexo de su bebé? –nos preguntó el doctor, yo mire a Peter el cual tenía sus ojos brillantes por las lágrimas no derramadas, el me miro y apretó más mi mano. Ambos asentimos.
Seguí mirando la pantalla mientras el doctor apretaba unos botones, y luego dijo algo que hizo que llorara aún más, este día era el mejor de mi vida.
–Felicidades, tienen una muy sana y linda niña.
FIN
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Como que fin????
ResponderBorrarFin?
ResponderBorrarEsta lindo me encanto
ResponderBorrarHay que amor!
ResponderBorrarFin? Enserio?
Mas liindos!! Mas te valia que no fuera un sueño!! Pero como que fin?? FIN??!! Asi?? De la nada?? Nononono no nos podes dejar asi!! Va a haber epilogo no??:(
ResponderBorrarFin. Es una broma cierto como va a terminar.
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